CRÓNICAS 2013

FONSAGRADA - GRANDAS DE SALIME

Ana Esther

Ana Esther Alonso Fernández

Compañera de la Caja, en la Oficina de Villalegre

Fonsagrada, 18 de mayo de 2013

En términos navales se denomina periplo a toda travesía que tiene inicio y final en un mismo puerto y es que las previsiones del tiempo no se presentaban nada halagüeñas, ahora bien, tampoco era necesario que se cumpliesen con tanta exactitud y crudeza.

Nevando Así partimos 35 valientes el 18 de mayo del 2013 de los diferentes puertos de Aviles, Gijón y Oviedo rumbo a ese océano que ya a la temprana hora de las 8 de la mañana, eran las carreteras de nuestra Asturias, patria querida.

Según pusimos rumbo a nuestro destino, se iban oyendo los comentarios y la multitud de previsiones meteorológicas que todos habíamos recabado, desgraciadamente todas decían lo mismo iba a seguir lloviendo todo el día y las temperaturas iban a bajar de lo lindo.

Nuestra primera parada fue en Pola de Allande, para tomar un café y un pinchín. Algunos valientes, aprovechando que era día de mercado fuimos a dar una vuelta, pero estaba la cosa floja, la crisis decían, el agua pensábamos otros.

Continuamos por el Puerto del Palo y en las primeras rampas algunos quisieron ver un tímido sol tras un grueso manto de nubes, pero lo que un poquito mas tarde todos pudimos ver fue una nevada que transformó el paisaje del verde a un blanco, tan blanco que parecía que volábamos entre un mar de nubes, pero aguerridos y valientes nosotros p’lante (a ver como se daba allí la vuelta) y poco a poco fuimos avanzando hasta llegar a ...

Grandas de Salime, primera gran parada de la travesía, donde, por si alguien se hace otra idea, también llovía. Y nos dirigimos presurosos bajo nuestros paraguas hacia la antigua Casa Rectoral, hoy Museo Etnográfico; inaugurado en 1989 por iniciativa de Jose Mª Naveiras, “Pepe el Ferreiro”, este original espacio es un organismo vivo que va creciendo día a día, nos muestra el olvidado mundo rural del pasado siglo, y no deja de traer a nuestra memoria objetos y costumbres ya en desuso pero que fueron parte de nuestra infancia, de las historias que nos contaban nuestros abuelos....

Museo El museo hoy día esta compuesto por varios espacios, primero visitamos la Casa Rectoral en la primera planta encontramos la cocina tradicional con su llar, sus trébedes, su escaño, la fresquera .... y un ciento mas de objetos que suscitaron un sin fin de comentarios, una sala mas grande dedicada al mundo textil donde destaca un gran telar, el dormitorio con esa cama tan cortita, (realmente nuestros antepasados eran bajitos), una sala tradicional y no se puede dejar de mencionar la preciosa galería con sus sillas para coser y sus macetas.

En la planta baja se encuentran varias dependencias que muestran diversos oficios tradicionales, la zapatería, la carpintería, la fragua, donde tuvimos la suerte de encontrar a Pepe el Ferreiro, la cantina igualita a los bares de los pueblos donde corrimos de niños.

En la Casa del molinero encontramos una curiosa exposición de cazapos de toda Europa.

También visitamos el molino, la panera y el hórreo pero dado el diluvio que caía no empleamos mucho tiempo en las instalaciones que están al aire libre.

Nos dirigimos rapidito a la Casona donde se representan otras profesiones, barbería, sastrería, dentista, médico, una tienda de ultramarinos de las de toda la vida, escuela con original cuadrito de Franco y bandera con el “pollo”, enciclopedia de Álvarez y pupitres de madera, que también nos hicieron pensar los neños eran muy, muy piquiñiños.

Visita a la capilla y corriendo para el autocar a secar un poco.

No podemos dejar de mencionar que como era el Día de los Museos, la visita nos salió totalmente gratis y había diversas personas mostrando algunos de los oficios, el ya mencionado Pepe el Ferreiro, una señora con el telar y otras con las labores de punto y aguja, un carpintero ...

En Grandas nos informamos de como se nos presentaba la carretera para continuar nuestro viaje, va bien, va bien, decían ....... bueno.

Al paso por el Puerto del Acebo volvimos a encontrar la nieve aunque solo en los márgenes de la carretera y no nos abandonó ni en el mismo Fonsagrada donde adornaba los tejados de las casas pese a la pertinaz lluvia.

El buen tino de la organización a la hora de buscar donde comer es bien sabido por todos nosotros pero cuando entras en el comedor del restaurante y el primer comensal que te encuentras es el cura del pueblo ya te da una idea de que se va a comer bien, bien, bien.

Comiendo Y así fue, el Restaurante El Cantábrico, no decepcionó en absoluto un caldo gallego calentito y gustoso que ayudo a que la sangre volviese a correr por nuestra heladas venas, un lacón como nunca he comido, sabroso y justo de sal y del pulpo, no se que decir del pulpo deseábamos tener dos estómagos para poder comer mas todo ello acompañada de un aceptable vinito y de la amabilidad del dueño del local y de las camareras que no dejaban de servir comida y mas comida, para finalizar una riquísima Tarta de la Abuela, un café, un licorcito para coger calorcillo y ... a hacer la digestión al autobús.

Nada pudimos pasear por el pueblo dado que el día no acompañaba pero la comida merecía de sobra el viaje.

A la vuelta una paradita en Taramundi para tomar un café, estirar las piernas y comprar unas navajas. Un grupo decidimos ir a ver el Museo del Telar donde Pilar Quintana nos explicó el laborioso proceso que va desde la materia prima hasta esas hermosas elaboraciones, pero el tiempo se nos echaba encima y tuvimos que volver al autobús para continuar nuestro periplo hasta el puerto que nos correspondia Avilés, Oviedo, Gijón, y allí llegamos a última hora de la tarde, con nuestros paraguas aún empapados, nuestras naricillas rojas del frío, pero los estómagos felices y agradecidos, y el ánimo alegre y satisfecho por haber compartido el día con unos magníficos compañeros que no se dejaron amilanar por la adversa climatología, un timonel que condujo con suma pericia nuestra nave por esas carreteras nevadas y un capitán que nos hizo todo fácil, cómodo y agradable, gracias Aldama.

Y ahora, a espera la próxima..... yo me apunto.

Pulpo