Víctor Pedro Lamas Pérez

Esposo de nuestra compañera Concepción García Rodríguez,de la Oficina de Viesques

Queridos amigos:

Aquí estoy enfrentándome por primera vez a realizar una pequeña crónica de viaje a petición de mi buen amigo José Antonio Viso, y aunque no me considero él mas adecuado para la tarea me pongo a la misma con la mejor disposición.

Decir que el viaje fue duro no sorprenderá al que este acostumbrado a viajar, pues a la dureza de los desplazamientos se suma la  de los madrugones para las visitas comunes en todos los viajes, pero en esta ocasión se añade la dureza psicológica de ver la forma de vida de la mayoría del pueblo indio.

El viaje tuvo todo tipo de medios de locomoción:

• Aviones: buenos aviones, no demasiado movimiento por problemas meteorológicos y no excesivas alteraciones en los equipajes (Alguna perdida y algunas alteraciones en la estructura externa de las maletas, poco para lo que se lleva habitualmente.
• Tren: cómodo y amplio, pero con algún que otro orificio en las ventanillas que producían la sensación de haber sido tiroteado.

• Autobús: Bien en el trayecto español y todavía sigo dando gracias a Dios por haber vuelto en el trayecto indio, pues desde adelantamientos con tres vehículos a la par, pasando por irrupciones en vías rápidas de bicicletas, tractores carros, camellos, vacas, circulación por el sentido contrario y en fin todo tipo de trasgresiones del código circulatorio internacional.

• Elefantes: en una sinuosa subida al Fuerte de Agra, difíciles de acceder a la caja de pasajeros y con mucho movimiento hasta que te situás bien.

• Rickshaws: vehículos de tres ruedas traccionados por unas fuertes piernas y que permiten llegar a sitios imposibles para vehículos a motor, te llevan hasta el punto final de destino.

• Taxi motocarro: vehículo de tres ruedas a motor que permite llegar hasta “casi” el final de trayecto y conducido por unos magos del volante, pues resulta imposible que circulen como circulan si chocar cada 2 minutos.

• Jeep: vehículo de la época de ocupación inglesa que sirvió para desandar el camino recorrido por los elefantes.

• Barcas para el Ganges, para ver el increíble contraste de una cultura que es capaz de beber de este río, mientras unos metros más arriba se arrojan desechos o se hace la colada.

Para hablar de alojamientos, he de ser breve, decir que fueron excelentes y ahorrar más comentarios.

Mención especial para el apartado de comidas, pues su gran riqueza de picantes y especies hizo estragos en los aparatos digestivos de tanto Occidental acostumbrado a otro tipo de comida y sabores, y así casi ningún intestino se resistió a la necesidad de aumentar su peristaltismo y por lo tanto la velocidad de eliminación de los restos que tenia en su interior.

En cuanto a las visitas deciros que se hicieron todas las programadas (el que tenga interés puede acudir al programa facilitado por el grupo de viajes de la Hermandad) y como anécdota decir que en un templo Sij (esta no estaba prevista su visita) vi por primera vez en mi vida dar limosna con dinero de plástico, tarjeta de crédito convenientemente pasada por la bacaladera correspondiente.

Para finalizar deciros que también pudimos hacernos con una copia en español de famoso Kama Sutra, no os voy a contar mi experiencia personal pero deciros que tengo varios dolores injustificados.