Juan Antonio Castañón Compañero jubilado de la Caja |
17 excursionistas iniciábamos el viaje a Palma de Mallorca; lugar de encuentro el Aeropuerto de Asturias, a las 10 de la mañana, en el mencionado lugar, ya nos esperaba, el Coordinador del mismo Luisito y con él el representante de Viajes Malabi, que estuvieron pendientes de todos los detalles hasta la hora del embarque. El vuelo salio a las 11,25 horas y en apenas hora y media, ya estábamos en Son San Juan, de donde nos trasladaron al hotel, en la Bahía de Alcudia, pasaje de la Aucanada, sobre 60 kilómetros al norte de Palma.
A la hora de la llegada, ya estaban a punto de cerrar el comedor, y nuestro Luisito, gracias a sus buenos oficios, logró que nos atendieran normalmente. Durante la tarde, y en el Bus municipal, nos trasladamos el pueblo de Alcudia donde estaban en fiestas. Así pasamos la tarde hasta la hora de la cena.
Realizamos una de las 2 visitas programadas, a las Cuevas de Hams y Drach, visitando en Manacor la factoría de perlas Majorica, donde se pudieron efectuar compras, siguiendo hacia Porto Cristo, donde dimos buena cuenta del Picnic, preparado por el Hotel, en una terraza al aire libre, mismamente en la playa. Iniciamos posteriormente el regreso, llegando a nuestro alojamiento sobre las 5 de la tarde, lo que nos permitió un baño en la playa y piscinas de la Aucanada.
Libres, para disfrute de las instalaciones del President, (piscinas, bar, juegos) y playa donde debido al buen tiempo fue un perfecto disfrute, a las 6 de la tarde, en el Bus municipal, nos desplazamos al Puerto de Alcudia, donde hay un buen ambiente de cafeterías, tiendas, terrazas, etc.. y desde al mencionado Puerto de Alcudia, y siempre en el Bus municipal, el día 3 visitamos la Bahía de Pollensa, muy parecido el ambiente a Alcudia.
La segunda de las excursiones programadas, a Palma de Mallorca y Valldemosa, estas visitas eran compartidas en el mismo Bus, con gente de otros alojamientos (excepto nosotros todo extranjeros), por lo que nos recogían antes de las 9 de la mañana, haciendo unas visitas muy rápidas, y con horario rígido, así y todo en Palma, nos tuvieron que esperar, al que esto escribe y al Sr. Coordinador, quedando en simple anécdota. En Palma, visitamos “por fuera” el Castillo de Bellver, pues como digo anteriormente se carecía de tiempo, para posteriormente visitar el Palacio de la Almudaina y visita casi médica a la Catedral, para seguir a continuación para la Cartuja de Valldemosa (visita con guía pero también rápida) nada mas salir de la misma, buscamos un sitio donde comer el Picnic, para inmediatamente, salir de regreso al hotel.
Amanece con una gran tormenta sobre la zona, que cede y a las 2 horas sale de nuevo al sol, donde aprovechamos la piscina, después de pasar las horas de lluvia en la cafetería donde se organizaron juegos. Por la tarde, unos compañeros/as, en Bus municipal, previo trasbordo en Alcudia, de fueron hasta Inca, donde para regresar vivieron una verdadera odisea, ya que en vez de venir de frente viajaron por casi todos los pueblos de la isla
Se hace una nueva excursión no programada, en el viaje, y por cortesía de Viajes Malabi, a la sierra de Tramontana, para en la playa de Calobra, coger un barco hacia Soller, donde se comió el picnic, y como no se hizo el viaja en el tren (por el precio excesivo de 20 Euros por persona) se fue en el autocar al punto de encuentro con los demás viajeros para regresar al punto de partida.
Día libre, con el consiguiente baño en piscinas y playa, y compras en el Puerto de Alcudia, (preparar de nuevo las maletas)
Viaje de regreso, comida el Hotel (como no nos pertenecía, Luisito hizo una gestión con la dirección del President, logrando un precio muy económico) y salida a las 14,40 en dirección al aeropuerto, para llegar a Ranón sin novedad hacia las seis y media de la tarde.
La estancia fue estupenda, tanto en la atención del servicio, como habitaciones todas ellas con vistas a la bahía, así como las comidas con gran variedad de platos y abundancia en todas las comidas del día (para desayunar había varias clases de cavas) y nos pareció un acierto la contratación de “todo incluido”, solamente con el pero de tener que llevar una pulsera a veces molesta, pero poco a poco nos fueron conociendo y algunos nos la fuimos quitando.
Y por último dar las gracias a todos los expedicionarios, por el buen humor, la camaradería y el compañerismo, demostrado durante el viaje, y especialmente a Luisito, que estuvo siempre pendiente de los mínimos detalles.